El aceite de krill es un superalimento que destaca por su potente combinación de: ácidos grasos omega-3, fosfolípidos y antioxidantes como la astaxantina (uno de los más potentes que hay). Por lo que es un producto muy especial, nada que ver con el resto de fuentes de omega 3…

A diferencia del aceite de pescado, el de krill proviene de pequeños crustáceos que habitan en la Antártida, una de las regiones menos contaminadas del planeta. Lo increíble es que este aceite se absorbe mejor por el cuerpo, ya que sus ácidos grasos están vinculados a fosfolípidos, lo que mejora su biodisponibilidad y eficacia, (al contrario de lo que sucede con el aceite de pescado unido a triglicéridos y la mayoría contaminados).

El omega-3 del krill es fundamental para el corazón, el cerebro y los ojos, reduciendo la inflamación, mejorando la salud cardiovascular y protegiendo las neuronas del envejecimiento.

Se ha relacionado con la prevención de enfermedades como el Alzhéimer y la depresión, e incluso ayuda a mantener la piel hidratada y mejora la salud ocular.

Además, sus fosfolípidos aportan colina, esencial para la memoria, la contracción muscular y la salud hepática.

Lo más interesante es su capacidad para reducir el colesterol, mejorar la circulación y proteger las arterias, todo sin los efectos secundarios comunes de los fármacos como las estatinas.

¿Quieres cuidar tu salud de forma natural y eficaz? Pues lo tienes super fácil, incorpora todos los días una o dos cápsulas de omega-3 de krill.

Es la mejor inversión en salud y prevención que puedes hacer.

Como ves lo beneficios son múltiples, y a largo plazo es cuando marcarás la diferencia créeme.

¡Un pequeño cambio puede tener un gran impacto en tu salud ! (tanto si es para ayudar a un tratamiento como para prevenir) y no hay salud sin un adecuado aporte de omega 3, que por cierto, rara vez se alcanza con la dieta.

No lo dudes, los omega 3 de krill, son el mejor seguro de vida.